veintisiete de enero.

Me toca la moral de una manera inexplicable que todos digáis saber qué es lo mejor para mi, que pierdo oportunidades que nunca volverán y que me arrepentiré.
No intentéis decidir por mi ya que ni yo misma sé lo que es mejor para mi, dejadme respirar y ser yo misma. No os entrometáis en mi vida, es mía, solamente mía, yo decido en ella, se cuidar de mi misma.
Olvidaros aunque sea por un momento de mi, de los peligros y de todo lo que me rodé y seguid con vuestra vida y yo podré seguir con la mía haciendo con ella lo que me plazca. Preocupaos de dirigir vuestro presente que yo no soy ninguna marioneta.