A medida que va pasando el tiempo me voy dando cuenta que son más lo problemas que me rodean que las demás cosas, ¿Pero y qué? ¿Por eso tengo que dejar de ser feliz? Yo creo que no.
Como todo el mundo, tengo mis días, esos días en los que o no tienes ganas de nada o tienes ganas de todo.
Ahora mismo solo quiero olvidarme de todo esto y seguir sonriendo como hasta ahora. Porque no pienso llorar, eso lo tengo más que asumido.
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